Boda de Juan Carlos y Esther en el Parador de Santo Estevo
07 de Octubre 2014

El Parador de Santo Estevo es un espectacular monasterio con iglesia propia, ubicado en el corazón de la Ribera Sacra, rodeado de bosques a cuyas faldas se encuentra el río Sil. En definitiva, un lugar mágico donde celebrar una boda increíble.

Esther conocía el monasterio desde que era pequeña. De hecho, más de una vez jugó entre sus paredes abandonadas sin ser consciente de que precisamente allí llegaría el día de darse el sí quiero junto al hombre de su vida, Juan Carlos.

Y por fin ese día llegó, y como no podía ser de otra forma en el Parador de Santo Estevo, ¡y de qué forma! Esther estaba radiante con un vestido de Rosa Clará con un detalle en el centro de la cintura que aportaba luminosidad y elegancia a su bridal look. Y que complementó perfectamente con unos zapatos de Gloria Ortiz y un ramo de Floristería Rafia en tonos crudos y malva. ¡Estaba ideal!

Por su parte, Juan Carlos iba impecable con un traje de Argimiro Rodríguez que complementaba a la perfección con gemelos, reloj y alianza de A Picota.

La romántica ceremonia civil tuvo lugar en el Claustro do Viveiro del Parador, y el cocktail en el Claustro dos Bispos. ¡Los novios eran la viva imagen de la felicidad!

Más tarde pasaron a celebrar el almuerzo en el Claustro dos Cabaleiros en el que degustaron: Filloa rellena de Centolla con salsa de azafrán, Robadallo confitado al aroma de laurel, pil pil de patata y ajada de tomate, Sorbete de lima, Solomillo de ternera a la parrilla con pastel de patata y queso y atadillo de espárragos, y para el postre un Milhoja con fruta y Biscuit de Mirabeles. Además pudieron probar los mejores vinos de la zona.

El baile lo celebraron en el Salón dos Reis y lo abrieron con la melódica canción de Aerosmith "I dont want to miss a thing". ¡Uno de los momentos más emotivos del día!

Y la fiesta estuvo amenizada en todo momento gracias al DJ Contrataciones Lúa. Como colofón los invitados fueron obsequiados con botellitas de cerámica tradicional rellenas de orujo, y para las niñas con divertidas bolsas de detalles de princesas Disney. ¡Un día inolvidable para todos!

Al finalizar la boda los novios nos contaron: "Hemos podido celebrar este día tan especial para nosotros en un entorno único y tal y como lo habíamos soñado. Además para nuestros invitados, muchos de los cuales no conocían el Parador ni su entorno privilegiado, ha sido todo un descubrimiento".

Gracias Juan Carlos y Esther por confiar en Paradores y os deseamos éxito, salud y mucho amor en vuestro matrimonio.