Boda de Aïda y Damián en el Parador de Oropesa
08 de Octubre 2014

Damián y Aïda querían que el día de su boda fuera una continuación de su bonita historia de amor. Una historia de amor llena de casualidades, mal entendidos y encuentros fugaces en una isla paradisíaca. Para su gran día eligieron el Parador de Oropesa (Toledo), un precioso castillo medieval, que tanto gustó a Damián porque le recordaba a su pueblo de la infancia.

Su historia comienza hace tres años en un vuelo con destino a Cuba. Él iba en buscas de aventuras con sus cuatro amigos, ella con su amiga a relajarse en las playas vírgenes. Es entonces, cuando el caprichoso azar toca las cuerdas más inesperadas y te presenta al amor de tu vida.

En el aeropuerto de Cuba se conocieron porque a Damián y la amiga de Aïda les perdieron la maleta, pero la casual amistad no acabó allí sino que continuó toda las vacaciones ya que se alojaban en el mismo hotel en La Habana. Qué antojadizo el amor que se presenta sin invitación!

El enlace civil se celebró en el jardín,donde la primavera hacia acto de presencia con ese aroma a jazmín que siempre está presente en este Parador, la tarde del 19 de abril de 2014.

La boda para ellos tenía un tema muy claro: CUBA, por ello en Paradores se encargaron de traer Cuba a Toledo con una decoración espectacular: palmeras , photocall en forma de Cadillac, hasta un moto clásica rodeada de maletas antiguas, los invitados podían degustar un autentico mojito en la "Bodeguita del Medio¨, o disfrutar del apetitoso cóctel en "La floridita", y como no de fondo....música cubana..... podías cerrar los ojos y volver a abrirlos y estabas allí... en La Habana.

La novia preciosa con su vestido de Rosa Clará con escote de corazón y pedrería y una falda de tul de aire romántico que encajaba armónicamente con todo el ambiente. El velo de Pronovias y los zapatos de Enepe remataban el conjunto perfecto.

El ramo de la floristería oropesana Vida fue el toque divertido y original del enlace, pero sobretodo un detalle de recuerdo hacia una persona que ya no estaba pero a la que se tuvo muy presente: su abuelo. Tras la ceremonia el ramo fue llevado al cementerio donde descansa su abuelo.

El novio lució un chaqué impecable acompañado de un reloj Tissot regalado por Aïda.

Las alianzas fueron creadas específicamente para ellos en la joyería Solá.

Tras el cocktel inicial, donde la música estaba en manos de Discote Espiral, la celebración se transladó al salón el Señorío donde se sirvió la cena, después el primer baile  que dio lugar a una noche muy larga y divertida para todos.

Las fotografías de la boda en manos de Fotógrafos Venus de Talavera de la Reina para no perderse ni un solo recuerdo de esta noche tan mágica y única.

Fue el destino  el que quiso que estos dos jóvenes se encontraran, se conocieran y más tarde se amaran. Y fue Paradores el elegido, y con mucho honor, de juntar a estas dos familias y una sola.

Enhorabuena!