Dicen que Asturias posee algunos de los parajes naturales más bellos de España y que es en otoño cuando cobran su máximo esplendor y se muestran, si cabe, más hermosos. Tonos cobre, anaranjados, rojizos y dorados tiñen el paisaje, que en esta época desprende el característico olor a tierra mojada por el orbayu, esa lluvia fina, casi imperceptible, que todo lo empapa.