Construido en 1979 sobre los pilares de la iglesia de Santo Domingo, del siglo XIV, y renovado en 2004 para dotarlo del mejor equipamiento, el Parador destaca por sus interiores, su claustro renacentista, un espacio acogedor rodeado de exóticas palmeras; el parterre porticado con arcos de medio punto y la elegancia de sus estancias, todos sus espacios son perfectos para la celebración de una boda única y exclusiva.
Podéis realizar en su claustro fantásticos montajes para saborear un exquisito cóctel de bienvenida con el que recibir a vuestros invitados.
La riqueza patrimonial que envuelve al edificio, con el románico como protagonista y su espectacular ubicación, en el interfluvio de los ríos Segre y Valira, llamada Puerta Natural a Andorra, que está a tan solo 10 kilómetros y a una hora y media de Lleida, hacen a este Parador un marco incomparable para celebrar un boda de hasta 170 invitados.
Su cuidada gastronomía os ofrece una serie de menús pensados y diseñados para que vuestra boda sea un éxito.