En el centro del vergel de la Vera y el Tiétar, entre gargantas de agua, piscinas naturales, bosques de castaños y robledales y paisajes de inusitada belleza que reafirman la riqueza de su entorno histórico y monumental, se cobija este castillo-palacio que durante meses fue morada de un ilustre huésped: el Emperador Carlos V.
Un enclave singular, idóneo para una boda de ensueño, y a tan solo un par de horas de Madrid.
Destacan sus torreones, su majestuoso patio de armas, sus amplios jardines y una piscina rodeada de naranjos y olivos.
El castillo puede acoger la celebración de bodas en banquete de hasta 200 invitados que podrán disfrutar de un lugar lleno de historia, sus acogedoras instalaciones y su exquisita cocina tradicional.