El edificio ocupa un espléndido palacio renacentista, desde el que se domina toda la belleza natural de la llanada alavesa, la sierra de Gorbea y el pantano de Ullibarri Gamboa. El entorno invita a un paseo por el pequeño y entrañable pueblo de Argómaniz, y es además idóneo para disfrutar de sus hermosos espacios naturales.
El palacio, cuenta con un espléndido jardín de césped a modo de una clásico prado aleves. Este espacio permite hacer bodas civiles, cócteles e incluso bodas tipo cóctel.
EL Parador dispone de dos salones de corte clásico, con un estilo que recuerda al caserío alavés donde los artesonados de madera, ventanales y vistas a la Llanada, son un preámbulo de lo mucho que el Parador ofrece.